¿Qué ocurre cuando una persona se pasa todo el día en
la cocina haciendo un dulce sí y otro también? Pues que de vez en cuando, tiene
momentos de lucidez, y piensa en hacer algo que sea más sano en la dieta.
En uno de esos momentos de lucidez se piensa, y ahora
que tengo esto y que tengo esto otro, ¿podría hacer un pan?.
Pero como acabo de decir, son momentos de lucidez y en
consecuencia también una es consciente de sus limitaciones y de los fracasos
pasados, por eso “¿un pan? Que la última vez te quedo con la corteza muy dura,
y la otra a medio cocer, y la anterior se te quemó, y la anterior, y la
anterior,...”
Pues nada, ahí es cuando se pasa el momento de lucidez
pero un resquicio queda y es ... ¡¡la idea de hacer pan!! Así que, nos liamos
la manta a la cabeza y ¿qué os parece un pan de molde?
¡¡AVISO!!: Es cierto que es un
poco laborioso, pero más que nada por que hay que estar pendiente de él, y es
mejor hacerlo una tarde que tengas tiempo a una que no tengas
Aquí va la receta, y algunos consejos para evitar que
tengáis que pasar por todos los fallo por los que he pasado yo:
INGREDIENTES:
Primera Masa:
100 gr. de agua
100 gr. de harina (fuerte W-300 o lo que también se
llama en el supermercado panificable)
70 gr. de levadura de panadero.
Segunda Masa:
500 gr. de harina floja (W-80 o si la compráis en el
super, aquella que se destina a la elaboración de bollos).
500 gr. de harina (fuerte W-300 como la anterior)
50 gr. de mantequilla
300 gr. de leche
300 gr. de agua
20 gr. de sal
25 gr. de azúcar.
La primera masa es muy sencilla, sólo es mezclar los
ingredientes y dejar que repose a temperatura ambiente unas 3 a 3,5 horas.
CONSEJO: otro modo es una vez hecha dejarla reposar en la
nevera durante 24 horas. Esto para personas como yo, que llego a casa a las
cinco de la tarde como pronto, y hay que preocuparse de mil y una cosas más que
necesita tu hija, creedme que es la mejor forma de hacerlo.
Una
vez que se tiene la primera masa (que es un simulacro de masa madre),
comenzamos con nuestro pan.
Yo
en casa lo hago con amasadora, por eso, para evitar que se manche mucho, lo
primero que pongo son las harinas tamizadas (más que nada para eliminar
impurezas) junto con la primera masa y dejamos que amase unos
2 minutos.
Mientras
mezclamos la leche con el azúcar y con el agua. El liquido tiene que estar a
temperatura ambiente tendiente a fría mejor que a caliente.
A
mi una vez que se ha terminado de amasar en la máquina, me gusta amasar a mano,
así sé si la masa está en el punto o le falta amasado.
Este
punto es una masa elástica, que no se pega a las manos pero tampoco se deshace.
TRUCO:
La masa de pan se parece un poco al chicle, no sé si habéis masticado un chicle
al extremo que se deshace (yo sí) y por eso me parece un buen símil.
Mientras esperamos a que doble el tamaño la masa, preparamos el molde. Yo
os propongo que lo forréis con papel de hornear.
Una
vez que hemos amasado, dejamos reposar la masa hasta que doble el tamaño. Yo os
digo que aproximadamente una hora, pero el tiempo es completamente relativo, en
cada casa hay una temperatura, una humedad,...
Una vez que la mezcla a duplicado su tamaño, dividimos la masa en tres
Esta masa la amasamos, y ya le damos la forma alargada para poder colocarlo
en el molde.
(sé que la forma no ha quedado muy allá, pero no os tenéis que preocupar,
por qué ahora hay que dejar que repose nuevamente hasta que vuelva a doblar de
tamaño, aproximadamente media hora.
Y pasado este tiempo,... horneamos a 210ºC durante 35 minutos, y ....
La pena es que todavía no se pueden poner olor y sabor a través de la
web,... pero no sabéis lo bien que olía y como sabía, en menos de dos días en
mi casa se comieron uno entero. Y yo creo que los otros dos no, por qué los
congelamos.
Espero que os haya gustado, así que ahora me despido hasta la próxima.
Besos.
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¡¡Espero que os haya gustado todo lo que habéis visto!!
BESITOS